Radio Victoria, 30 años. "Defendiendo el territorio y la comunicación comunitaria"

Por Merlín Velis

En El Salvador desde la firma de los Acuerdos de Paz  en 1992, se ha venido gestando un movimiento de radios comunitarias que al, igual que en países suramericanos han levantado la bandera de lucha por la democratización de las comunicación, ya que  durante muchos años los medios han estado concentrados en pocas manos, y eso  ha significado “dominación” de mentalidades, en tanto se tiene el dominio de la palabra, excluyendo a los más desposeídos de su derechos de libertad de expresión, libertad de prensa y la libertad de crear sus propios medios de comunicación.

En el año de 1994, con la firma de los Acuerdos de Paz un grupo de 10 emisoras comunitarias, entre ellas Radio Victoria, Izcanal, Segundo Montes, Suchitlán y Sumpul, fundaron la Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador ARPAS.

Las radios asociadas hasta ese momento emprendieron una ardua lucha por conseguir el reconocimiento legal y frecuencias, sin embargo, instancias del Estado como la Asociación Nacional de Telecomunicaciones ANTEL negaron el reconocimiento, criminalizaron la lucha de las emisoras, decomisándoles mediante órdenes judiciales el equipo de transmisión.

Con el adjetivo “radios piratas”, el gobierno se negó el reconocimiento, demandado por las radios comunitarias que en su mayoría habían nacido en comunidades perseguidas y que en medio de la guerra civil habían decidido repoblar a sus lugares de origen, como en el caso de Radio Victoria en la comunidad de Santa Marta en Cabañas, Radio Segundo Montes en Morazán y Radio Izcanal en Nueva Granada, Usulután.

Lo que comenzó como una Coordinadora de Radios Comunitarias se convirtió en una red de emisoras dispuestas a servir y contribuir en la consolidación del proceso de paz y la democratización del país. Desde sus inicios el campo de trabajo de ARPAS ha sido la democratización de la comunicación social.

La misión de ARPAS ha sido asociar, coordinar y apoyar a las radios participativas, para que sean proyectos de comunicación alternativos, espacios de expresión popular, de educación y de fomento de la transformación mental y social.

Su lucha también ha sido sin duda, ser una institución con incidencia política, con posicionamiento y propuestas. En ese sentido se ha hecho una lucha ardua y constante por la “democratización de la comunicación”, no solo para que cada radio tenga su propia frecuencia, sino también para que la comunicación en sí, sea vista como un derecho humano y no privilegio de los que tienen dinero.

Cada radio es un mundo...

Las radios comunitarias, tienen la característica de responder a luchas concretas, aunque en su amplia labor logran también tener un acompañamiento integral en diversas reivindicaciones de las comunidades. Cada una de las radios vive realidades distintas y ciertamente iguales, cuando nos referimos a condiciones económicas que dificultan el sostenimiento y la continuidad del proyecto.

Pese a todo ello, durante las últimas décadas, las radios comunitarias han desempeñado un papel determinante en ser medios garantes de la libertad de expresión, de la pluralidad y la diversidad de voces.

Las radios comunitarias han sido acompañantes de las aspiraciones y sueños de los pueblos que anhelan una sociedad más justa y han sido además demandantes del cumplimiento de los derechos humanos en todos los ámbitos de la vida nacional.

Un ejemplo de ello es Radio Victoria, emisora que nace un 15 de julio de 1993 en Santa Marta, al norte del departamento de Cabañas, una comunidad que durante el conflicto armado, fue un blanco de operativos militares contrainsurgentes de la Fuerza Armada salvadoreña como el de "tierra arrasada", que obligó a los habitantes a refugiarse en Honduras.

Las razones que le dieron vida al proyecto de comunicación alternativa respondían a las necesidades de una comunidad que venía de sufrir el exilio, de ser escuchada en sus demandas, de demostrar que, a pesar del dolor de haber experimentado la guerra, estaban dispuestas a construir una comunidad unida y solidaria y sobre todo con identidad y memoria histórica. De ahí el sentido del slogan de Radio Victoria "100% popular".

La mayoría de los integrantes de la emisora son jóvenes, mujeres y hombres que nacieron en los campos de refugiados en Honduras, formados bajo un modelo de Educación Popular que construyó a toda una generación, con un espíritu crítico de su propia realidad, conocedores que las causas que provocaron la guerra están cimentadas estructuralmente en la desigualdad social, económica y política.

La emisora cuenta con una programación variada que se va adecuando a la exigencia de una amplia audiencia que se ubica en los nueve municipios del departamento de Cabañas y en el departamento de Lempira e Intibucá, Honduras, en donde también hay cobertura.

El proyecto radiofónico cuenta con su propio noticiero local llamado “En Voz Alta” en los que se visibilizan las actividades y proyectos de las comunidades del departamento, pero también forma parte de la Red informativa de ARPAS en la emisión de la Revista “Voces en Contacto”, que hace alusión a la transmisión en cadena de las emisoras asociadas en ARPAS.

La emisora cuenta con una red de corresponsales locales y con grupos de radioescuchas integrados por mujeres y jóvenes de las comunidades, eso le permite a la radio seguir de cerca el acompañamiento con las organizaciones a nivel comunitario en cualquiera de sus demandas.

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