Por Ana Milagro López

Desde pequeña te conozco, desde que tengo uso de razón, formas parte de mi historia y vas marcando el camino en donde voy.

Contigo conociendo vengo el poder de mi voz, a veces suave, a veces segura, y a veces potente. Vengo pronunciando palabras en un altavoz que nacen de ideas que se entrecruzan en mi mente.

Tu nombre es Victoria, hija de la revolución, madre de las comunidades que exigen una libre expresión. Y si a tu gente quieren confundir tú respondes con la información, como una alternativa para generar la reflexión.

 A ser libres nos invitas, a que nos hagamos oír, a luchar por los derechos que me pertenecen desde que nací.

 Gracias por tus saberes, por tu paciencia y tu amor, gracias porque ahora soy parte, del talento que antes solo escuchaba pero que llegaba a mi corazón.

 En este 28 aniversario llena de alegría en mi corazón, en voz alta les digo: ¡ viva el derecho humano a la comunicación.